Para aquellos que somos lectores asiduos o simplemente nos gusta disfrutar de un buen libro, la experiencia representa muchas cosas: intriga por saber cómo resolverán los personajes el conflicto; magia por entrar en otras realidades teniendo los ojos abiertos; ilusión por disfrutar mínimo 20 minutos al día con el placer de la lectura y la privacidad; y complicidad con el autor al intentar captar sus ideas.