La situación ambiental en México y en Puebla es cada vez más preocupante. El aire es muchas veces de mala calidad por la contaminación ambiental que nosotros mismos producimos. Contribuimos a los incendios forestales por la falta de manejo de los bosques, por nuestra negligencia y por prácticas agrícolas caducas que se salen de control. Contaminamos y desperdiciamos agua diariamente en los hogares, en los parques industriales y en los municipios. Contribuimos diariamente a los problemas ambientales a partir del consumo de combustible fósiles altamente contaminantes y que contribuyen al cambio climático, para mover nuestros vehículos y para la generación de electricidad para nuestros hogares, muchas veces para operar nuestras computadoras y celulares. Cada vez generamos más residuos que sacamos a manera de basura y consideramos que de ahí ya no son nuestro problema. En suma, diariamente como consumidores o como productores contribuimos al deterioro ambiental. El gobierno, por un lado, también contamina mediante acciones como la refinación del petróleo para que tengamos gasolina y mediante la generación de electricidad en termoeléctricas, por ejemplo. Por otro lado, hace poco por proteger al medio ambiente mediante la aplicación de la normativa y de sanciones. En ocasiones atenta directamente contra él a través de proyectos “estratégicos” y decretazos.