El desafío de la pobreza nos lleva inevitablemente a plantearnos la necesidad de la construcción de un orden social justo y equitativo. De cara a romper el circuito de la tendencia a la alta concentración de la riqueza en pocas manos y el incremento exponencial de la pobreza, la exclusión y la miseria de la humanidad, el autor plantea lo siguiente: “La erradicación de la pobreza y reparto de la riqueza es el gran anhelo utópico que va a guiar esta reflexión. Articularé mi trabajo como explicación de una doble convicción que formularé en forma de tesis.
-1. El neoliberalismo es la mayor dificultad con la que habremos de enfrentarnos para convertir el deseo bueno de un Nuevo Orden Económico Internacional en realidad históricamente viable.
-2. El cristianismo ofrece una mística, una perspectiva y unas orientaciones prácticas para este combate”.
A.M.D.G.