La globalización se ha ido desplegando en América Latina en el contexto de los ajustes estructurales y la liberalización de la economía, la aplicación de estas medidas ha supuesto la desreglamentación de la economía, la liberalización y apertura del mercado, la privatización desenfrenada., y el desmantelamiento del Estado de bien estar social. Los ajustes estructurales y la liberalización de la economía no han producido los resultados esperados de un mejoramiento de la población en general, por el contrario se ha podido constatar un aumento de la pobreza y de la exclusión social.
La globalización tiene aspectos positivos que podrían ayudar a resolver estos problemas sociales, en la perspectiva de lograr un mayor bienestar social en América Latina, y de manera particular en Centroamérica.
No obstante, la globalización no sólo crea redes de relaciones socioeconómicas y financieras que repercuten en la sociedad en su conjunto, sino que amplía las posibilidades para que se extiendan organizaciones que perjudican la sociedad tales como el crimen organizado y el narcotráfico y se pone en cuestión el bienestar social.
Tal como lo podemos constatar: Los ajustes estructurales y la liberalización de las economías de nuestros países ha traído entre otras consecuencias el incremento de la pobreza y de la exclusión social. La globalización económica y financiera debe ser reorientada para enfrentar estos problemas sociales, para favorecer el bienestar de la población en general.