dc.description | Ciertamente hay dimensiones de la vida en la que los jóvenes de hoy no parecen mostrar mayor interés. El mundo de lo político, en primer lugar, es visto como un mundo ajeno. No se habla del mismo sino sólo para criticarlo, y esto no genera mayor interés tampoco. No hay interés por un acercamiento crítico-político a la realidad social. Pero no confundamos esta postura con un simple desinterés frente a la realidad social. Es difícil proponer entre los jóvenes estos temas o propuestas que ellos vean viables, en especial porque reina cierto pesimismo del cual el joven desea huir: el país está mal y parece que no hay salida a corto plazo. En muchos casos pareciera que ellos pensaran que esa realidad de corrupción y de problemas económicos no los alcanzará sino más adelante en la vida, aunque ahora sufren algunas de las consecuencias. Esta actitud es más fuerte en la medida en que el joven se siente más afectado por esa realidad social. En este sentido es más difícil abordar estos temas con jóvenes de grupos de clase media.
En contraposición a esta percepción, habrá que decir que existe una gran necesidad de sentirse útiles y tomados en cuenta en esta sociedad en la cual les ha correspondido vivir. Los muchachos manifiestan gran interés cuando se proponen o se les propone tareas concretas de ayuda puntual o sistemática a la comunidad. Realizar labores sociales que sean palpables, trabajos en los cuales haya grupos beneficiados, sean ancianos, niños, o la comunidad como un todo, a, través de la recolección de basura, pintura de murales, organización de encuentros deportivos, etc. Es decir, a los jóvenes de hoy les molesta sentarse a hablar sobre el país, pero les encanta hacer algo por él. | |