Description
La autora, presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales, nos presenta su visión de la Vida Religiosa Femenina.
Como mujeres consagradas acogemos este Sínodo con actitud de apertura al Espíritu y prontitud de escucha recíproca. Ofrecemos nuestra visión y experiencia de la vida religiosa apostólica femenina. La enfocamos desde la perspectiva holística, basada en nuestros dones característicos de percepción, intuición y sensibilidad femeninas.
En unión con toda la Iglesia queremos profundizar el misterio la comunión y la misión de la Iglesia, buscando una mejor compresión de la amplitud y profundidad del proyecto del Señor, que enriquece y orienta a su pueblo con los dones y los carismas de la vida consagrada (cf Inst. Lab. 2).
Con sinceridad evaluamos nuestra experiencia postconciliar de religiosas de vida apostólica, viendo con honestidad las luces y las sombras de nuestro caminar con el pueblo de Dios.
Percibimos cierta falta de compresión y de aprecio justo de la vida religiosa apostólica femenina, la cual es considerada muchas veces como una derivación de la vida monástica. De acuerdo a la índole característica de nuestros carismas, encontramos el núcleo de nuestra consagración religiosa en la participación activa en la misión de Cristo, la cual se prolonga en nuestro mundo de hoy, por medio de la Iglesia, quien es misionera por su propia naturaleza (cf Inst. Lab. 61).
Vivimos intensamente el encuentro con la Palabra de Dios que nos cuestiona e inspira. El ofrecimiento del agua viva de Jesús a la mujer samaritana señala nuestra participación como mujeres en la obra de salvación. Nos pide una actitud de conversión, permitiendo al Espíritu Santo transformarnos en portadoras de la vida nueva en plenitud (cf Jn. 4,1-43)