Description
A pesar de la mala prensa que tienen los partidos políticos, el autor llama la atención sobre la capacidad que aún tienen de ser cauces de acción.
Los movimientos populares de todo tipo que luchan por la liberación del sistema de dominio-explotación capitalista tienen que cooperar con aquellos partidos de izquierda por los que se sientan representados y potenciar su acción. Si en un Estado no hay un partido que represente los intereses de liberación global propios de la izquierda, los movimientos populares deberán crear un partido político que lleve al parlamento respectivo la representación de esos intereses.
En la situación actual de “siniestro total", cuando todo el poder político en todos los Estados (hay que prescindir de algunos fenómenos residuales sin futuro) está en manos del capitalismo en todo el mundo, y aún no ha habido tiempo para que se reconstruya un segundo intento de liberación global, lo único posible es crear unas minorías fuertes de izquierda en las democracias parlamentarias. Estas minorías tienen la siguiente misión: 1°) frenar las demasías de la explotación y el dominio; 2°) crear nuevos campos de posibilidades de acción global que aún no se ven; 3°) potenciar desde las minorías parlamentarias toda la lucha popular local/mundial.