dc.description | Toda la Iglesia está justamente preocupada por la rápida expansión de las sectas de cuño más o menos cristiano. Lo está también -pero ese es ya otro cantar- por la propagación de algunas sectas de clara inspiración religiosa oriental. Estas comienzan a hacer su aparición en Europa, aquéllas en Latinoamérica y África, esto es, en continentes fuertemente marcados por el cristianismo o en los que el cristianismo -caso de África- goza de acentuado prestigio.
El de las sectas en África es un tema de singular importancia. Representan un desafío grave a la expansión y a un mantenimiento de la Iglesia. Ya comienzan a oírse voces que auguran un futuro preponderantemente sectario para el cristianismo en África... Hace veinticinco o veinte años, nadie se habría permitido semejante augurio: hoy, sí. Lo que indica, ya de entrada, que el expansionismo de las sectas en África está conociendo actualmente un vigor muy notable y progresivamente acelerado.
Sigue siendo aún, es cierto, un fenómeno marginal; pero está ya presente en los suburbios de las grandes ciudades africanas y, poco a poco, está llegando a las aldeas más perdidas, las mujeres, en primer lugar, y los jóvenes después, son los dos grupos sociales más inclinados al movimiento sectario; y para la creación de una comunidad sectaria basta con la decisión -o «inspiración»- de alguien que se determine a declararse a sí mismo «sacerdote» o «pastor», cuando no «profeta» o «ngunza». Las denominadas «Iglesias independientes» presentan una estructura u organización más cuajada, con un cuerpo ministerial más formado intelectual y religiosamente, con una determinada jerarquía y unos credos más armónicos y coherentes, con amplios templos y numerosas capillas; pero también éstas adolecen de un acentuado sincretismo en el que se entremezclan datos fundamentales del Evangelio con otros provenientes de la religiosidad popular -«pagana» se diría en tiempos ya venturosamente superados- o de la «inspiración divina», presuntamente afirmada como tal, de algún profeta o profetisa...
Sectas e Iglesias independientes propenden al esoterismo y a la magia, y de aquí arranca, principalmente, el peligro que hoy se incuba para la sociedad futura del continente africano. El esoterismo, con su distinción entre iniciados y no-iniciados, suele dar lugar a la creación de instituciones y organizaciones secretas que actúan, desde la sombra, en los más diversos campos de la vida social: político, económico, cultural, familiar. La magia, por su parte, introduce recursos que militan contra el progreso de los pueblos al encomendar a «fuerzas» incontrolables la resolución de graves problemas individuales o sociales. Dichas «fuerzas», a las veces, pueden reclamar, de los que a ellas acuden por la mediación del «brujo» o del...«adivino» actuaciones contrarias a la legislación vigente en un país y hasta lesivas de los derechos fundamentales de los prójimos. | |