dc.description | Es bastante complejo querer abordar a Eva como lo que tradicionalmente se estudia en nuestras Iglesias y no entrar en controversia con las corrientes androcéntricas que invade el actuar de nuestros hermanos.
Permítannos tratar con respeto este tema, pues los pasajes de Génesis 2 y 3 hablan de la creación de los seres humanos, marcan históricamente el rompimiento del Matriarcado y crean, al contorno de la vida de la mujer, situaciones que la cosifican a tal grado que las culturas de los tiempos (diferentes en el tiempo y el espacio) la oprimen hasta hacerla no sentir, no querer existir. Se habla aquí de un breve análisis bíblico de la mujer, en el cual se rescata su imagen, también se abordan las asimetrías históricas durante la existencia de la humanidad. Poco a poco, entramos a la problemática de la mujer Latinoamericana y cómo los factores económicos, políticos, sociales, culturales y religiosos se impregnan del patriarcado (machismo) para evitar la plena participación de la mujer.
Tratamos de abordar con pinceladas finas a la mujer pobre, oprimida, desposeída y no privilegiada. Vemos a la mujer Eva con nuestros ojos de mujer creada por Dios, el Dios que no objeta sexo ni género.
Para hablar de la mujer a la luz de la Biblia, se hace necesario desentrañar, descubrir, develar los mitos y leyendas que la elevan al título de “Suprema tentadora”. Es necesario realizar un análisis del arquetipo hombre-mujer, Adán-Eva, que nos traslade a tiempos remotos y nos ubique en la actualidad. La Biblia aborda al Ser Humano en sus inicios como una totalidad propia de la creación en la que la tierra, la fauna y la flora, así como los seres humanos, son parte de un todo que recrea la obra de Dios. Es durante el proceso histórico cuando surgen las interpretaciones propias de los roles hombre - mujer, matriarcado versus patriarcado.
Vamos a descubrir a Adán y Eva protagonistas del relato bíblico, sin querer hacer un análisis exegético de los textos bíblicos. Nos referimos a algunos pasajes que tratan nuestro tema. El hombre mira a su “enfrente” y expresa: “Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mis carnes”. Eva es un auténtico alumbramiento en la inspiración poética. Adán es la creación de la célula originaria humana, y expresa el relator en Génesis: “Hagamos al hombre (Adán en singular) para que dominen la tierra (en plural), y creó Dios al hombre (en singular), y los creó macho y hembra”.
Se establece la diferencia de lo masculino y de lo femenino como dos individualidades perfectamente aisladas una de otra. Se presenta el nacimiento de Eva como el gran mito de la consubstancialidad de los principios complementarios del ser humano: Hombre-Mujer, arquetipo primordial de todo ser humano. | |