Description
Desde este país de los Mexicas, nos dirigimos a Ti, Totatzin Tonantzin, Dios Papá y Mamá de todos los pueblos, para contarte de nuestras vidas. Desde el Norte y el Sur, del Este y el Oeste de Amerindia hemos venido a este Encuentro Ecuménico.
Somos indígenas y no indígenas, laicos pastores, religiosas, religiosos y obispos. Venimos de islas y selvas, montañas y costas, ríos y sequedades, de nuestro Continente Abya Yala. Compartimos la tlaneltoquilis, la verdad que creemos, es decir, la teología que tenemos como comunidades originarias, como indios.
Esta reunión la comenzamos con una fiesta: comunión de pueblos, esperanzas, fuerzas de autodeterminación. Visitamos a Tonantzin-Guadalupe y ante Ella compartimos dolores y alegrías. Luego comimos lo que nos regalas en la tierra, signo radical de lo que anhelamos: colaborar en la construcción de un mundo de hermanas y hermanos. Te damos gracias, Dios de la Vida, por nuestra fe, conocimientos, celebraciones, mitos, historias, como pueblos indios. Los no indios queremos ser sus discípulos, compartiendo cada quien la fe y la teología, hacia la plena madurez en Dios presente, vivo y actuante.
Durante 500 años dolorosos, sistemas injustos casi nos han aplastado, a millones han matado, nos han despojado de tierras y derechos. Pero hemos resistido, nos hemos levantado, hemos trabajado y crecido. Nos duele que el cristianismo (modos de Iglesia, teologías, liturgias, lenguaje) llegara a Abya Yala aliado a los conquistadores destruyendo culturas y religiones de estas tierras. Sentimos tu llamado a la conversión, porque Tú amas y estás presente en cada pueblo, en cada cultura. María de Guadalupe dijo a Juan Diego, que Dios sana nuestros dolores. Hoy, como miembros de Iglesias cristianas, te invocamos, Dios libertador, desde nuestras culturas e historias.