dc.description | ¿Por qué y cómo se ha venido produciendo en las últimas décadas una protestantización acelerada de poblaciones católicas en el continente latinoamericano?
Ante todo, conviene recordar que la evangelización por parte de la Iglesia Católica fue ambiciosa por su amplitud, pero insuficiente por la enorme extensión del territorio, el corto número de los misioneros y, sobre todo, por la integración subordinada de la Iglesia en la Corona, como señaló Ivan Vallier. La influencia católica fue sobre todo por difusión sociocultural nacional o regional a partir de unas élites religiosas, caracterizadas por el mismo autor como “políticas”, que intercambiaban apoyos y demandas a nivel local con las autoridades coloniales, frecuentemente sin tomar para nada en cuenta las necesidades y aspiraciones de la población autóctona. Vallier creyó ver a partir de los años veinte, y señaladamente a la hora del Concilio Vaticano II en los sesenta, el relevo de aquellas élites político-religiosas tradicionales por una “Iglesia Nueva” en la que el rol religioso especializado del seglar sería fundamental para la aparición de nuevos tipos de influencia religiosa en la sociedad a través de las distintas formas de interdependencia estructural (Universidades católicas, Conferencia episcopal latinoamericana, democracia cristiana, etc.). Desgraciadamente Vallier concedió a la democracia cristiana un crédito que la historia posterior se ha encargado de reducir muy por debajo de la influencia de las élites militares y económicas ligadas o representadas por la oligarquía remozada, raras veces sustituida por una burguesía nacional desarrollista. Pues bien, los factores que, según Vallier, propiciaron la aparición de la “Iglesia Nueva” fueron el comunismo y el cristianismo pentecostal, que desde los años 20 supusieron una competencia de creciente importancia para la Iglesia católica en su esfuerzo por atraerse la lealtad de las masas. | |