Description
En esta década la Nación Miskita en Nicaragua ha sufrido las consecuencias de la guerra, la destrucción de sus pueblos, el refugio en Honduras para una gran parte y la reubicación forzosa en Nicaragua para el resto. No sería fácil describir con palabras el trauma y la angustia que esta experiencia supone para los indígenas: Sus casas, iglesias y cosechas quemadas, el abandono del pueblo donde nacieron y donde estaban las tumbas de sus antepasados, sus hijos obligados al servicio militar (ya sea en Nicaragua por parte del gobierno, como en Honduras por parte de los "alzados en armas"), los hombres sacrificados al "dios de la guerra" y las heridas psicológicas y morales de todo ello.
Ahora parece que la guerra está casi terminada y casi todos los miskitos han regresado a sus pueblos del querido rio Coco. ¿Qué tipo de espiritualidad necesita este pueblo para sanar sus heridas y cambiar la venganza por el perdón, el odio por el amor?, ¿cuáles son las heridas que la cultura miskita y los valores cristianos han sufrido en la guerra?, ¿quién va a sanarlos?, ¿cómo?, En una palabra, ¿hacia dónde quiere guiar el Espíritu Santo a la nación miskita hoy?
Este artículo no presenta una descripción precisa de una espiritualidad monolítica común a todas las comunidades miskitas. Más bien, presenta una descripción del proceso usado durante una reunión de cinco días con los líderes religiosos miskitos, durante la cual ellos examinaron cómo los acontecimientos de la última década han influido en su espiritualidad para bien o para mal. Es una descripción del proceso de discernimiento que ellos usaron para describir qué tipo de espiritualidad necesitan sus comunidades hoy y los medios que ellos escogieron para comunicar todo eso a sus comunidades.