Cuando Cristóbal Colón llegó a la Hispaniola (actualmente Haití-Rep. Dominicana) en 1492, rompió las fronteras del mundo conocido y se asomó la historia a una tierra nueva. En medio de la belleza tropical encontró cerca de medio millón de indios apacibles en una tierra generosa. Veinticinco años después, los indios no llegaban a 25,000. Y estaban tan destruidos, que "más forma tienen de muertos pintados que de hombres vivos". Este es el testimonio de los padres Franciscano y Dominicos en una carta al Rey en 1517.
Muchos indios murieron por epidemias, indefensos ante la llegada de hombres y animales extraños a su medio. Pero la mayoría quedó exterminada en las minas de oro y en el trabajo de la tierra. Muchos perecieron en suicidios colectivos ante la aterradora destrucción de todo su universo. La natalidad, en tales circunstancias, se hizo prácticamente imposible.
Los Padres Dominicos, en el sermón predicado por el P. Montesinos en La Hispaniola, en el adviento de 1511, denunciaban la situación de exterminio: "¿Estos no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos?".
Los españoles situados en el "centro" de la isla, consideraron este pensamiento como "doctrina nueva" y subversiva. Y desde el "centro" lejano de España, el Católico Rey Fernando responde en 1512, considerando esta "doctrina nueva", nacida en las fronteras del imperio, "sin ningún buen fundamento de teología, cánones ni leyes". Mientras que, para los Padres Dominicos, esta novedad era buena noticia evangélica para reconocer los derechos de los indios.
Tal vez pueda servir este ejemplo como muestra de otros debates actuales en las periferias marginales del mundo.
Estas fronteras pueden ser hoy los barrios marginados donde acaban las calles dibujadas en los planos urbanos rotulados con nombres ilustres, y donde empiezan los callejones irregulares sin más ingeniería que la prisa nocturna para levantar unas paredes con material de desperdicio en tierra prohibida. El ingenio popular los bautiza: "Mata-hambre", "Ni-bajes", "Sal-si-puedes"...