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Con motivo del quinientos aniversario del primer Cristóbal Colón y de su desembarco en las islas del Caribe, la Iglesia, el estado español y las naciones latinoamericanas involucradas, convocan y proyectan celebrar este importante acontecimiento histórico con nutridos y variados programas. Congresos, publicaciones, jornadas de estudio e investigaciones históricas, religiosas, políticas y culturales, etc.
La Iglesia Católica en su más alta instancia ha suscitado el tema de una "nueva evangelización", que viene a añadirse a una inquietud ya antes expresada por el Papa Paulo VI, a la que Juan Pablo II ha hecho un eco amplificado: la "evangelización de la Cultura".
Cruz y Espada
El solo planteo del tema de la "conquista y colonización" de América Latina presenta aristas conflictivas entre las diferentes tradiciones ideológicas del continente. Es posible que hoy estas aristas sean distintas a las que se daban en el siglo pasado, pero se teme sin embargo
el peso y la persistencia de una llamada "leyenda negra”. Antes se daban polémicas apasionadas entre los no creyentes y la intelectualidad católica, entre los liberales y los conservadores, entre los indigenistas y los hispanistas. Ahora no es raro que al interior de la misma teología católica y ecuménica, reaparezcan las discusiones del siglo XVI y surjan posiciones muy críticas y denunciantes de los estilos que revistió esta conquista y esta evangelización, haciendo eco a las voces débiles que entonces se levantaron en favor de los indígenas, con resultados que se hubieran deseado mayores. Todo lo referente al que ahora se rehúsa calificar de "descubrimiento” (hablándose más bien de un "encubrimiento”), al pretendido derecho de conquista y ocupación, a la legitimidad - de la guerra (la "vía armada"), al trato cruel que se dio a los indígenas cuando no se exterminaban, a la organización económico-social de las encomiendas que explotaban la fuerza de trabajo, a la práctica corriente y legalizada de la esclavitud, etc. En suma, a la alianza entre la Cruz y la Espada, característica del régimen de cristiandad.
No es nuestro ánimo entrar en esta discusión, que se prolongará probablemente tanto cuanta es su complejidad. Parece que, al fin de cuentas, esa "leyenda negra” no es ni tan leyenda ni tan negra. Podría yuxtaponerse a ella -con sólidas bases- una realidad más blanca, es decir, presentar hechos y personajes históricos que no fueron "negros” ni grises, sino auténticos evangelizadores a la altura del desafío de los problemas. El que sus logros, en aquel entonces, hayan sido precarios y efímeros -¿y cómo evaluarlos exactamente?- no les quita el interés y el valor paradigmático, por los cuales su recuerdo quinientos años después resulta altamente aleccionador.
Una de estas grandes figuras de la primera evangelización es ciertamente el fraile dominico, y luego por un corto tiempo Obispo de Chiapas, Bartolomé De las Casas (1474-1566).
