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El pasado mes de febrero (1987) celebramos el primer aniversario de la muerte-resurrección del Padre Osmar Müller, sacerdote brasileño que se desempeñó por 5 años como misionero en Nicaragua y murió luego de su llegada a Brasil, víctima de enfermedades adquiridas en las montañas nicaragüenses y en su paso por Angola, el nuevo sueño de su corazón de apóstol.
En este artículo queremos rescatar la memoria del profeta Osmar, memoria que vislumbramos como señal del profetismo de la misma Nicaragua y de su iglesia fiel al pueblo agredido, pero lleno de esperanza. Nos basamos en su testimonio escrito en las cartas a los amigos.