Description
Fray Tomás Zavaleta, franciscano, barría la casa cural y la parroquia de Matiguás, en Matagalpa, en las montañas del norte de Nicaragua, cuando le vinieron a decir que la Digna y la Emperatriz se habían ido hacía rato hasta La Patriota a buscar unos papeles y que tardaban mucho en volver.
-Van a venir solitas las dos, caminando por esa carretera y con esta oscurana. Es peligroso, Hermano Tomás...
La contra estaba cerca, Fray Tomás llamó al padre Ignacio Urbina, nicaragüense, el párroco.
-Vamos a buscarlas, antes de que se les haga noche...
-¡Vamos!
Fueron ligeros, en la camioneta roja de la parroquia. La Emperatriz, terciaria franciscana, era la secretaria de la parroquia. Digna, su pariente.
-A saber qué andaban buscando... Se van a alegrar cuando miren que llegamos a traerlas.
Y realmente las dos mujeres se alegraron mucho al ver llegar al padre Ignacio y a Fray Tomás. Ya habían empezado el largo camino de regreso y estaban cansadas. Subieron. De La Patriota hacia Matiguás, de regreso por el mismo camino que habían hecho hacía sólo un rato en busca de las mujeres. Fray Tomás manejaba. A la altura de San Pablo, 14 kilómetros antes de llegar a Matiguás, y a las 5:30 de la tarde, la camioneta voló por los aires, impactada por una poderosa mina anti-tanque de fabricación norteamericana.
Fray Tomás murió instantáneamente. La explosión le arrancó una pierna del cuerpo, que quedó destrozado. Emperatriz quedó en coma, como consecuencia del golpe en la cabeza, que le dañó el cerebro. Digna y el padre Ignacio quedaron heridos, éste de gravedad, con serias fracturas en la columna vertebral.
Los "compas" del Ejército Sandinista acudieron pronto al lugar al escuchar la tremenda explosión. También acudieron algunos campesinos.
-¡Mataron a los padres!