dc.description | La anterior Instrucción sobre algunos aspectos de la teología de la liberación (1984) había convertido en cuestión eclesiástica universal a la teología de la liberación tal como ésta se había desarrollado sobre todo en América Latina. A esta teología se le debe el que un tema central del mensaje cristiano "que es el centro del mensaje evangélico" y que apenas había sido tocado de un modo estrictamente teológico, haya cobrado la importancia que merece. Es ése un mérito excepcional, aunque no se quiere reconocer. La nueva Instrucción sobre libertad cristiana y liberación (1986) no es propiamente una teología de la liberación sino más bien una nueva formulación de la doctrina y enseñanza social de la Iglesia, obligada a desarrollarse más por algunos de los problemas que ha planteado la teología de la liberación. En esto y en advertir de ciertos peligros, así como en animar a ciertas tareas teóricas y prácticas está su máximo valor. Sustituye, por tanto, a la labor todavía abierta de la teología de la liberación a la que más bien la impulsa como imprescindible.
Donde más expresamente se da un reconocimiento de la TL, con algunas de sus características, es en los números 66-70; Jesús y la pobreza, Jesús y los pobres, el amor de preferencia a los pobres, comunidades de base y otros grupos cristianos y la reflexión teológica.
Aunque de una manera sucinta y simplificada, en esos párrafos se hace una cierta descripción del principio, método y objetivos de la TL. También en el reconocimiento de las exigencias planteadas por una situación mundial intolerable como desafío teológico y ético, se subraya otro de los aspectos esenciales de una auténtica TL. | |