Description
Es ya sorprendente ver unidos fe y justicia. Pero lo es más todavía ver unidos justicia y espiritualidad. Porque durante mucho tiempo la espiritualidad ha sido para el común de los cristianos un fenómeno sin color y escasamente interesante, alejado de la vida y de las preocupaciones agudas de los hombres. Parece, con todo, que ahora se produce un cierto cambio. Incluso aparece una novedad: este resurgir no se limita a los ámbitos tradicionalmente más afines a la vida espiritual, sino que se extiende a otros que durante muchos años se han mostrado distantes de la espiritualidad cristiana más usual. En efecto, hoy presenciamos, de una parte, nuevas formas de vida monástica, el movimiento de renovación carismática, una avalancha de corrientes espirituales orientales, etc. Y, por otra parte, se aprecia también un serio interés por la espiritualidad en las comunidades populares, en el mundo obrero, entre los militantes políticos de izquierda, en las luchas de liberación del tercer mundo, etc.
Es obvio, sin embargo, que nos hallamos ante un hecho que se presta a múltiples interpretaciones y que incluso parece colmado de ambigüedades. Es preciso, pues comenzar el presente capítulo averiguando el sentido de la espiritualidad cristiana. Una vez cumplido este paso, examinaremos cómo la fe vivida en la lucha por la justicia puede ser una experiencia espiritual. Sin embargo, la justicia está tan enraizada en la misma fe que al profundizar en el concepto de espiritualidad cristiana nos introduciremos en el análisis de la experiencia espiritual de la lucha por la justicia.