Description
La evangelización en América Latina no puede ser sino liberadora, (Obviamente tiene también otras dimensiones, que no es del caso insistir ahora). Se podrán usar otras palabras -solidaria, de compromiso con los pobres- o incluso ninguna. Lo importante es el hecho. Si la evangelización es auténtica, eclesial, será una respuesta a las situaciones de injusticia y una esperanza para la causa de los pobres. “La Iglesia tiene el deber de anunciar la liberación de millones de seres humanos… el deber de ayudar a que nazca esta liberación, de dar testimonio de la misma, de hacer que sea total... en pueblos empeñados con todas sus energías en el esfuerzo y en la lucha por superar todo aquello que los condena a quedar al margen de la vida: hambre, enfermedades crónicas, analfabetismo, depauperación, injusticia en las relaciones internacionales y especialmente en los intercambios comerciales, situaciones de neocolonialismo económico y cultural, a veces tan cruel como el político...” (Pablo VI, Evangelii nuntiandi, 30).