| dc.description | El proceso es rico, creativo, participativo. La iniciativa, que con el nombre de Plan Nacional de Educación echó a andar el Dr. José Antonio Alvarado, Ministro de Educación, Cultura y Deportes, tiene dimensiones y está alcanzando dimensiones que van más allá de un plan, al abrir nuevas fronteras a la educación nacional y quizás a la propia nación. El Plan es importante en cuanto precisa las rutas que debe seguir la educación para dar cabida en ella a toda la población y convertirla en el factor decisivo del desarrollo humano, cultural, social y económico, del país.
Pero la educación es mucho más que un plan, más que el itinerario de un proceso articulado y compartido de las distintas alternativas educativas del país, más que la plataforma sobre la que se mueven los niveles, modalidades, subsistemas, prioridades y estrategias educativas, más que el horizonte que señala la dirección al quehacer educativo global. La educación es la vida del país, la fuerza que moviliza su capacidad y creatividad, la dinamia que construye una nación, el sustento permanente de su desarrollo, el ejercicio sostenido de la calidad de su gente.
Algo de esto se ha evidenciado en el proceso desatado y desarrollado tras la formulación de una estrategia educativa nacional que alimentará la elaboración de un plan nacional de educación.
En este tipo de procesos hay que agarrarse fuertemente a las propuestas derivadas de las distintas formas de participación que han dado aliento vivificador al proceso seguido. Pero hay que pasar de ellas a la acción, es decir, hacerlas realidad. En tal sentido la convocatoria abierta a las distintas fuerzas sociales por parte del Señor Ministro, ha reunido a representantes de los tres subsistemas que conforman la educación del país. Paso, por cierto muy importante, en nuestra historia educativa reciente. Pero además, esa convocatoria ha incentivado nuevas iniciativas de participación y de compromiso educativo. Estos son, los Foros organizados por el MECD representativos de la vivencia y opinión institucional y ciudadana en los distintos departamentos del país, el Movimiento Pedagógico Nacional, iniciativa de maestros y maestras que se han retado a sí mismos para ser actores de la transformación actual de la educación, el Foro Educativo y de Desarrollo Humano de la Iniciativa por Nicaragua que ha procesado en cada una de sus 32 organizaciones participantes, el diagnóstico de la educación para desde él crear una nueva perspectiva educativa nacional.
En medio de la enorme y dura complejidad actual del país, la educación ha ganado un gran espacio, ha ampliado su frontera de interés y compromiso social, ha dejado un saldo positivo a favor de la concertación nacional y ha hecho realidad un valor agregado de repercusiones positivas para el presente y futuro de la educación y de la nación.
Lo anterior se sustenta en lo siguiente: El proceso ha incentivado la capacidad educativa y pedagógica del país en un ambiente de creatividad; ha impulsado la formación de un consenso social como fundamento de un proyecto educativo de carácter nacional de largo plazo; ha desarrollado un nuevo liderazgo de la educación como aliento de una concertación nacional; ha dado a los educadores y representantes de la sociedad civil la oportunidad de ser actores de los cambios educativos en marcha; ha colocado a cada subsistema, nivel, modalidad educativa, maestros, funcionarios, autoridades etc. en la perspectiva de un verdadero sistema educativo nacional; ha proporcionado a la educación una visión cualitativa de cambio y perspectiva como tarea nacional; está sentando las bases conceptuales, organizativas, pedagógicas y metodológicas para impulsar un proceso sostenido de transformación educativa...
Es decir, el proceso del plan ha trascendido su dimensión original para convertirse en un proceso nacional. Cuando un país se llena de educación y la educación da vida a la calidad de su gente, podemos mirar con optimismo el presente desde el futuro, desde la perspectiva de un plan educativo y desde un proyecto de nación.
En este proceso la fuerza de la educación ha quebrado las barreras de las ideológicas excluyentes, de las visiones acomodaticias y de los intereses particulares. Su resultado inmediato es una Estrategia Nacional de Educación llena de innovaciones que apuntan hacia la posibilidad de una educación en transformación.
La presente publicación contiene un análisis detenido y un recuento de estas innovaciones como vivero fecundo de una educación nacional renovada. | |
