“Investigar la radio significa tocar el pulso a nuestra historia, la propia y la extraña. Porque cuando uno traza el recorrido desde los años fundacionales en la década del veinte e interroga las fuentes primigenias de este fabuloso proyecto, inevitablemente se topa con una verdad insoslayable: la radiodifusión nicaragüense tuvo en sus orígenes como su único y verdadero paradigma a la radiodifusión norteamericana. El recorrido que hizo la radio en Estados Unidos durante los años veinte bajo el impulso de los dos grandes gigantes de fabricación de aparatos eléctricos, la General Electric y la Westinghouse, tendrá su equivalente en Nicaragua una docena de años después con el surgimiento de La Voz de la América Central”.