El dinamismo y el crecimiento de la producción y exportación de lácteos en Nicaragua han creado expectativas de crecimiento incluyente entre productores ganaderos lecheros, así como la reducción del avance de la frontera agrícola en el país, a través de la intensificación de la producción. Pero el modelo de crecimiento está sesgado en contra de pequeños y medianos productores pobres, quienes no logran tener acceso y aprovechar los beneficios económicos generados por el sector. Aquellos conectados a la producción y exportación de lácteos optan por crecer a través de la incorporación de más tierra a la producción bajo una lógica extensiva. Los productores excluidos aprovechan diferenciales de precio entre la vieja y nueva frontera agrícola para vender en la primera y migrar a la segunda donde pueden comprar más tierra a menor precio. El resultado es el continuo avance de la frontera agrícola sobre las últimas áreas de bosques tropicales de Nicaragua.