Nicaragua atraviesa una crisis económica por las siguientes razones: deficit crónico de la balanza comercial, desequilibrio fiscal, agotamiento de las reservas internas, endeudamiento público, sobresaltos financieros, desempleo, migración pobreza y desnutrición. Los organismos financieros internacionales mantienen un sesgo recesivo que contribuye al desempleo y a la caída de la demanda efectiva.
Debido a esta crisis que enfrentan los campesinos, el CIPRES propuso a los organismos internacionales la creación de un programa que combinara el desastre que causó el Huracán Mitch con la crisis que presentan los pobladores en las zonas rurales. De esta manera surgió el Programa Productivo Alimentario, en 1999; sin embargo, durante la campaña electoral del 2006, la Coordinadora Civil solicitó a los candidatos que asumieran este programa como plan de gobierno para el campo rural.