La mayoría de las personas que instalan GNU/Linux han utilizado Microsoft Windows durante mucho tiempo, algunos por 10 años o más. La migración a un nuevo sistema operativo completamente diferente puede ser más difícil de lo que parece.
Uno de los obstáculos al migrar de un sistema operativo a otro, es la resistencia al cambio, el usuario está familiarizado con el sistema operativo anterior y las aplicaciones que se ejecutan en él, es decir la persona conoce la forma de instalar programas y/o dispositivos, lugares de almacenamiento de documentos, fotos y videos, como configurar el sistema, las peculiaridades propias del sistema y un largo etcétera. Es ilógico decir que la migración a GNU/Linux es una tarea sencilla, ya que existen diferencias significativas entre Windows y GNU/Linux.