La demanda de petróleo en Nicaragua, según datos oficiales, asciende a cien millones de barriles anuales; sin embargo, el país solo tiene capacidad de almacenar cuatro millones de crudo debido a que carece de una infraestructura adecuada. El economista Roger Cerda mostró otra cifra escalofriante, que indica que mientras las exportaciones representaban 756 millones de dólares en 2004, se destinaron a la importación de petróleo 389 millones de dólares, lo que representa el 52% del total de nuestras exportaciones. Eso indica el alto nivel de dependencia que tenemos para la generación del proceso productivo, para la movilización del transporte público y privado, para la generación de energía, y otros derivados del petróleo, como el gas licuado. Al ritmo actual de los precios, el gasto en petróleo alcanzará los 500 millones, más de la mitad de los 900 millones de dólares que Nicaragua puede vender. En medio del conflicto de la oferta y demanda por el petróleo, productores continentales y extra continentales, como Venezuela, México y China, han buscado la forma de instalar refinerías para el procesamiento del crudo en países como Guatemala, Costa Rica y Nicaragua. Este último ha avanzado en la concreción de esta idea, con el gobierno de Venezuela, cuya inversión es de 2,500 millones de dólares, lo que permitirá procesar 150 mil barriles de petróleo diarios.