La educación media superior (EMS), también conocida como bachillerato o secundaria alta, no tiene carácter obligatorio en la mayoría de los países de la región iberoamericana. En las últimas décadas, organismos internacionales de carácter neoliberal han tenido una gran influencia a nivel global respecto a asentar los objetivos para la población en edad de acceder y concluir la EMS; por ejemplo, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el objetivo de la EMS es preparar a los estudiantes para continuar su formación superior o ingresar a mercados laborales competitivos. La OCDE señala que en este nivel se consolidan las competencias y los conocimientos básicos de los estudiantes. En la mayoría de los países miembros, la EMS es el nivel de educación más comúnmente alcanzado, lo cual permite mayor empleabilidad y mejor remuneración económica (OCDE, 2012). Sin embargo, los análisis estadísticos y comparativos que este organismo produce tienden a ignorar las características históricas y culturales de cada sistema educativo; a pesar de ello, la OCDE logra modificar y establecer políticas educativas en los ámbitos local, nacional y global (Sellar & Lingard, 2013).