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El presente documento, pretende ofrecer una reflexión práctica entre la realidad encontrada en la comunidad de San Isidro, Municipio de San Gabriel, Jalisco y las políticas públicas de agua y saneamiento que las autoridades de los diferentes niveles de gobierno, intentan implementar en las comunidades rurales.
Mientras el desarrollo económico crece, el gasto social decrece y entre el campo y la ciudad sigue habiendo una relación inequitativa, desigual e injusta. La política de agua y saneamiento no puede escindirse de un concepto económico marcado por la exclusión social y los servicios de agua potable y de saneamiento básico se relacionan de manera directa con la calidad de vida de las poblaciones.
En estos tiempos en que los gobiernos eluden sus responsabilidades trasladando éstas a sus gobernados, argumentando la falta de recursos para la dotación de servicios y agravando con esto sus carencias, el presente trabajo pretende aportar la experiencia de la comunidad de San Isidro, en la que, como en la mayoría de los poblados rurales, los sistemas de agua potable y saneamiento están en nulas o pésimas condiciones por falta de recursos para su operación y consolidación, debido principalmente, a proyectos de gabinete, desvinculados de las necesidades y posibilidades reales de los futuros usuarios.
El panorama es muy incierto, las comunidades rurales, sin un programa de operación y mantenimiento, tienen siempre un servicio deficitario, sin perspectivas de crecimiento y consolidación, por ello se debe fortalecer una gestión social, que les sirva como instrumento para su desarrollo, que sea una estrategia efectiva en sus propósitos, un mecanismo y que les ayude a detectar y atender necesidades y demandas de los pobladores con mayor precisión y rapidez, para llegar más lejos, con mayores y mejores resultados en sus gestiones.
