El presente estudio investigó el proceso de creación de una comunidad de aprendizaje en grupos de estudiantes universitarios que trabajan en proyectos colaborativos en una clase de inglés como segundo idioma.
La investigación tuvo lugar en la Universidad Panamericana, Campus Guadalajara, de junio de 2008 a noviembre de 2009 y se dividió en dos estudios, participando entre los dos 39 estudiantes de licenciatura y sus docentes. En el primer estudio, los aprendices crearon sus propios materiales de aprendizaje con recursos tecnológicos. En el segundo, los participantes enviaron una propuesta a un congreso internacional de negocios.
Se utilizó un método cualitativo -el análisis de interacciones- que toma como fuente de datos videograbaciones de las interacciones entre los participantes. Se observaron en particular los eventos generadores de la comunidad y los roles que los participantes desempeñaban en esta. También se analizó la forma en que se generó conocimiento a partir de las interacciones.
El análisis sugiere que la comunidad de aprendizaje surge alrededor de una tarea compleja que permite diferentes modos de participación según las capacidades y los intereses de los integrantes del equipo. Se observó aprendizaje en diferentes niveles, según las capacidades de los participantes y se vio que el modelo comunidad de aprendizaje, en donde los aprendices trabajan de manera autónoma alrededor de un proyecto central, es apropiado para provocar el aprendizaje autónomo y la motivación de los estudiantes.
La comunidad de aprendizaje puede llevar a un aprendizaje más profundo que la mera transmisión de conocimiento que suele darse en la educación tradicional. Puede ayudar a insertar al aprendiz dentro del mundo laboral actual al desarrollar las competencias necesarias para ello, por lo que es importante en la educación superior.