Este cuestionamiento ha sido objeto de profunda controversia pues por una parte algunos teóricos del psicoanálisis enfatizan la relevancia de las experiencias tempranas en la familia, como determinantes cruciales y exclusivos del desarrollo futuro de los individuos, en tanto que al- gunos educadores contemporáneos como Delors y Morin reconocen la experiencia educativa como una experiencia continua durante todo el ciclo de vida: “un proceso permanente de enriquecimiento, una estructuración privilegiada de la persona y de las relaciones entre los individuos, entre grupos y entre naciones”.