En el debate actual acerca de los videojuegos convergen opiniones que están tanto a favor como en contra de ellos. Hay quienes mantienen la idea de que estos tienden a aislar a sus usuarios, además de promover actitudes que podrían considerarse antisociales. No obstante, los videojuegos también han demostrado tener cualidades habilitadoras y promotoras de ciertos tipos de socialización que en otros tiempos eran impensables. Es un hecho que existen socializaciones que se llevan a cabo de manera presencial, en las que el pretexto para el juego es la socialización que lo rodea y viceversa. Este documento pretende dar cuenta de la intervención empírica realizada a lo largo de la investigación, y con ello dar un panorama de las prácticas que se llevan a cabo en reuniones presenciales para jugar videojuegos, así como la trascendencia que éstas tienen en la vida de los usuarios.