dc.description | El ser humano vive, cada vez más, rodeado de objetos artificiales; estos artificios pueblan su vida cotidiana, pero no se limitan a ser ‘cosas’ que sirven para algo, sino que también son reflejo de la cultura en la que son creados y utilizados; así, el diseño es una forma de la expresión cultural, por lo que también se convierte en un indicador de los valores y aspiraciones imperantes en determinado momento, en determinado lugar, así como de lo que constituye el ‘buen gusto’. Los objetos además de ser utilitarios muestran otros aspectos sociales relevantes: jerarquías, patrones de diseminación cultural, influencias, prejuicios e intereses, y son evidencia de las luchas por el poder simbólico de los agentes en los campos de la producción cultural. En el caso del diseño, profesión entendida como la encargada de la generación de nuevos productos, estos elementos son discernibles a través del análisis de las estéticas imperantes. La historia del diseño es la suma de varias historias que convergen en la Europa occidental del siglo XIX y en los Estados Unidos de América, en particular por el grado de industrialización de estos países. Dicha historia muestra cómo se produjeron las teorías de la estética y del diseño asociadas a la aparición de nuevos medios de producción, vinculados con la modernidad y la generación de capital, tanto económico como simbólico, y a partir de éstos, las categorías de ‘alta cultura’, ‘buen gusto’ y ‘moda’ que determinaban lo que era digno de ser diseñado, producido y consumido. Sin embargo, también a partir del siglo XIX, diversos cambios sociales, culturales, económicos y tecnológicos, marcaron un cambio en la forma de entender la cultura y de consumirla, sobre todo en los dos períodos de post guerra del siglo XX; lo que provocó que se llegara a un punto culmen en el período entendido como la post modernidad. La aparición de una estética postmodernista ponía en duda las teorías totalizantes sobre “el buen gusto”, dando paso a una postura de “todo se vale” y la incorporación de la estética kitsch como un discurso alterno en el diseño. Es el tránsito de un modelo basado en los valores de funcionalidad, sencillez, honestidad y en busca de la democratización de la belleza; a otro basado en lo aspiracional, lo extravagante, lo irónico y la eliminación de jerarquías. Este proceso de cambio es alimentado por un esquema económico, también surgido de la post guerra, que genera su propio esquema de significación en aras de un mayor lucro. | es |