El bachillerato en México enfrenta una emergencia formativa demandada por sus estudiantes, en la cual diversas dimensiones que los configuran como sujetos pueden ser reconocidas. Responder a ello es posible a partir de la configuración de microdispositivos pedagógicos en los que se concretan prácticas para el cuidado de sí mismo; la apertura, sedimentación y entrecruce que caracteriza a estos dispositivos produce unidades que permiten el acceso a la verdad sobre sí mismo, la construcción de sentido y la transformación de los sujetos. Con base en un trabajo genealógico y de enfoque interpretativo, este artículo analiza diversas prácticas realizadas en una escuela preparatoria del Instituto de Educación Media Superior cuya finalidad es identificar condiciones, entre lo tradicional e inédito, que hacen posible la configuración de estos microdispositivos. Los resultados revelan que en algunos de estos existe una estructura y duración, pero en otros hay una configuración efímera. No obstante, lo importante son las respuestas de los profesores, las conexiones entre lo intempestivo y lo sedimentado escolar, y cómo los estudiantes, en distinta medida, logran un gobierno sobre sí expresado en acciones para transformar su existir. La escuela, así, puede significar un acontecimiento importante en sus vidas.