dc.description | La mala nutrición envuelve causas de aspectos biológicos, sociales, económicos, culturales, entre otros y generalmente puede provocar, por un lado desnutrición, y por otro, sobrepeso u obesidad en los niños. Estas enfermedades normalmente vienen acompañadas de aislamiento social, presiones psicológicas, limitaciones físicas, disminución en las habilidades, y lento desarrollo escolar. (1-3) Por ello, es importante una adecuada orientación alimentaria desde una edad temprana, ya que ésta podrá ayudar a la formación de unos hábitos de alimentación correctos, y por ende un crecimiento y desarrollo más sanos. Los hábitos de alimentación adecuados pueden lograrse mediante el consumo de una dieta que cumpla con los requerimientos de una dieta correcta. (2,4,5) La desnutrición es un problema causado por una dieta inadecuada en cantidad o calidad. Por otra parte, la obesidad es el resultado de un desequilibrio entre el exceso en el consumo y el gasto energético, sin embargo estas dos situaciones se deben a procesos mucho más complejos que la simple ingesta de alimentos. Aún cuando la desnutrición sigue siendo un grave problema de salud en México, el gran aumento en la presencia de obesidad en las personas, en los últimos 20 años, sobretodo en la población infantil y juvenil, han hecho que se considere como un problema de salud pública que requiere atención prioritaria a corto plazo, ya que es un fenómeno que se puede prevenir si se establece un programa adecuado de alimentación y de ejercicio. (2,5,6)
En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición realizada en 2006, aproximadamente 10% de los niños en edad escolar padecen desnutrición y 31% presentan sobrepeso u obesidad. Otro estudio hecho en la ciudad de León, Guanajuato, en escuelas de educación básica públicas y privadas, demostró que 4% de los niños sufren desnutrición y 38% sobrepeso u obesidad. La desnutrición y la obesidad, además de acarrear consigo serias implicaciones psicológicas y sociales, ocasionan en los niños mal aprovechamiento en la escuela. Un indicador para determinar el estado de nutrición es el índice de masa corporal (IMC) que utiliza la siguiente clasificación: desnutrición por debajo de la percentila 10, normalidad entre las percentilas 10 y 85, sobrepeso de la percentila 85 a la 95, y por último, obesidad por arriba de la percentila 95. (7-10) En relación con la dieta, en el estudio realizado en escuelas públicas y privadas por Marín C, se demostró que para evitar riesgos de desnutrición se deben consumir alimentos ricos en vitaminas, sobre todo A y C y en micronutrimentos como el hierro, y para prevenir riesgos de obesidad se recomienda consumir preferentemente alimentos naturales en vez de industrializados, evitar el consumo de alimentos bajos en fibra, ricos en harinas refinadas, altos en grasa y bebidas azucaradas. Estos riesgos se podrían reducir significativamente, si se regula el tipo de comida que se vende en las tienditas de las escuelas y también los productos que se venden fuera de ellas. (4,6,9,10)
Los resultados de las encuestas alimentarias realizadas en preescolares y escolares en España revelan que existe una inadecuada distribución calórica, el consumo de proteínas es excesivo, el consumo de grasas es alto (grasas saturadas) y ha aumentado el consumo de bebidas azucaradas (7), lo que indica que los escolares pueden ser un grupo en riesgo en materia de alimentación y nutrición. En relación con lo anterior, se sabe que con la combinación de una dieta correcta y una buena actividad física se logra mantener un estilo de vida saludable; sin embargo, actualmente existe una tendencia hacia el sedentarismo, el cual puede repercutir en gran medida en la salud, por lo que es importante inculcar en los niños la importancia de la realización de ejercicio durante 80 a 90 minutos a la semana y evitar más de tres horas de inactividad. (8,11-13)
En el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley General de Salud, se establece que todos los ciudadanos tienen derecho a la protección de la salud, por lo que ha propuesto actividades entre las que destaca la atención médica, preferentemente a grupos vulnerables. Lo anterior también es propósito de la educación para la salud -entendida como todos aquellos procesos permanentes de enseñanza y aprendizaje que permiten, mediante el intercambio y análisis de información, desarrollar habilidades y cambiar actitudes, con el propósito de inducir comportamientos para cuidar la salud, individual, familiar y colectiva-; la orientación alimentaria -que es el conjunto de acciones que proporcionan información básica, científicamente validada y sistematizada, tendiente a desarrollar habilidades, actitudes y prácticas relacionadas con los alimentos y la alimentación para favorecer la adopción de una dieta correcta a nivel individual, familiar o colectivo, tomando en cuenta las condiciones económicas, geográficas, culturales y sociales-; y la vigilancia nutricia, cuyo papel se relaciona con la prevención y control de los efectos nocivos de los factores ambientales en la salud de individuo. (14-16) Por otro lado, la Organización Panamericana de la Salud define Escuela Saludable al centro educativo donde los estudiantes logran un armonioso desarrollo biológico, emocional y social, en un ambiente de bienestar, donde se desarrollan estilos de vida saludables; todo ello compartido con sus familiares, maestros, personal de la escuela y comunidad. En la Escuela Saludable, todos trabajan por un fin común: el de formar generaciones futuras con conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para promover y cuidar su salud, la de su familia y la de su comunidad, así como crear y mantener ambientes de estudio, trabajo y comunidades saludables. También debemos tener en cuenta que la edad escolar (Preescolar y Primaria) es una de las más importantes en la evolución del hombre; en ella se alcanza la maduración de muchas funciones y se inicia el proceso que le permite integrarse a la sociedad. De allí que proteger la salud del escolar, es fundamental. (16,17)
Desde el sexenio pasado, se puso en marcha un programa llamado Escuela Saludable, donde la Secretaría de Salud y de la Secretaría de Educación Pública conjuntan esfuerzos para actuar en escuelas de educación básica con el objetivo principal de lograr mejores condiciones de salud de los escolares, con énfasis en los grupos indígenas, rurales y urbanos de bajos ingresos, como parte de una estrategia integral que promueve una educación de alta calidad, a través de la coordinación intersectorial, con el apoyo de otros organismos públicos y privados, así como la participación social.
Específicamente en Guanajuato, derivado del Programa Escuela Saludable, se implementó un proyecto llamado Ejercicios para la salud como alternativa para la disminución de obesidad en los escolares de nivel primaria del municipio de León, cuyo objetivo principal es prevenir y coadyuvar a la disminución de la obesidad en escolares de nivel primaria, a través de la promoción de la actividad física y educación alimentaria. (16, 18)
Las principales acciones de este proyecto son la detección y referencia de casos para formar grupos de ayuda mutua con padres y niños, así como monitores de activación física; capacitar a los manejadores de alimentos y realizar visitas de asesoría; ofrecer orientación y sensibilización a las familias sobre el plato del buen comer; regularizar a los vendedores ambulantes; proponer que los escolares tengan dos días de actividad física por semana; realizar acciones de promoción y difusión, y por último, evaluar y medir el impacto. Se intenta certificar a las escuelas que cumplan con más de 80% de las acciones y otorgar bandera blanca (proceso de certificación) a aquellas que cumplan con 50%. En 2008, este proyecto tenía 33 escuelas de educación básica afiliadas al programa y de éstas 30% están certificadas y el resto están por certificarse. (18)
Planteamiento del problema
¿Existe relación entre el grado de certificación del Programa Escuela Saludable con el estado nutricio, los riegos en el consumo alimentario y sedentarismo de niños en edad escolar, en escuelas primaria públicas de la ciudad de León de enero a diciembre de 2008?
Hipótesis
Es mayor el porcentaje de niños en edad escolar con mejor estado nutricio, menores riesgos de consumo alimentario y mayor nivel de actividad física en las escuelas certificadas en el Programa Escuelas Saludables en relación con las escuelas en proceso de certificación y no certificadas. Objetivo general: Determinar si existe relación entre el grado de certificación del Programa Escuelas Saludables con el estado nutricio, los riesgos en el consumo alimentario y el nivel de actividad física de niños en edad escolar.
Objetivos específicos:
1) Evaluar el estado nutricio de los niños, en las escuelas con diferente grado de certificación, mediante los indicadores antropométricos: peso, talla, IMC, área muscular de brazo y porcentaje de grasa corporal. 2) Evaluar el consumo alimentario de los niños, en las escuelas con diferente grado de certificación, mediante un recordatorio de 24 horas para determinar los riesgos en dicho consumo (exceso y deficiencia en el consumo energético, de proteínas, de grasa, grasas saturadas, hidratos de carbono simples, sodio).
3) Determinar el nivel de actividad física, en las escuelas con diferente grado de certificación mediante una encuesta validada en niños mexicanos. | es_MX |
dc.description.abstract | Objetivo: Determinar si existe relación entre el grado de certificación del Programa Escuelas Saludables con el estado nutricio, los riesgos en el consumo alimentario y nivel de actividad física de niños en edad escolar.
Metodología: Se realizó un estudio analítico de relación, transversal y prospectivo. Participaron 282 alumnos en edad escolar de seis diferentes escuelas pertenecientes a la Jurisdicción Sanitaria No. 7 de la Secretaría de Salud de León, Gto., y se hizo un muestreo de tipo aleatorio estratificado.
Se tomaron medidas antropométricas de peso y talla para el cálculo del IMC, el pliegue cutáneo tricipital y circunferencia braquial para obtener el porcentaje de grasa corporal y el área muscular de brazo. También se aplicó un recordatorio de 24 para determinar consumo energético y nutrimental, así como para evaluar las características de la dieta correcta y conocer los riesgos en el consumo (de energía, algunos macro y micronutrimentos). De igual manera, se aplicó a los niños una encuesta validada para determinar su nivel de actividad física.Resultados: No se encontraron diferencias significativas (p > 0.05) por tipo de escuelas y con base en el sexo, en casi todos los indicadores antropométricos y dietéticos, con excepción de circunferencia muscular de brazo, pliegue cutáneo tricipital, porcentaje de masa grasa y consumo de ácidos grasos saturados en las niñas. En cuanto a la actividad física, se encontraron diferencias en los MET por día y por semana en ambos sexos, y fue mayor en las escuelas en proceso de certificación.
Conclusión: No se encontraron diferencias significativas en variables antropométricas y dietéticas entre los alumnos de cada tipo de escuela. Sin embargo, existen tendencias de que el consumo alimentario fue más adecuado en las escuelas certificadas.
Palabras clave: Estado nutricio, riesgos de consumo, escolares, actividad física, certificación de escuelas, escuela saludable. | es_MX |