Description
Mucho antes que se concibiera el CAFTA-DR, el Acuerdo de Asociación y más aún el ALBA, los Gobiernos de Chile y Centroamérica ya habían dado pasos importantes para integrarse; al menos comercialmente. Dotados con la reciente experiencia centroamericana y por la trayectoria de Chile como país pionero en América Latina en la negociación y administración de tratados, ambos bloques iniciaron un largo camino para establecer una zona de libre comercio. En la actualidad este grupo de países, con la única excepción de Nicaragua, gozan de las preferencias arancelarias y de los programas de desgravación de bienes y servicios, así como una serie de normativas que dentro del marco de la OMC le brindan seguridad jurídica al intercambio comercial en un horizonte de largo plazo. Tras más de diez años de negociaciones y en la proximidad de su aprobación, el presente artículo pretende regresar a la pregunta inicial: ¿Por qué debería interesarle a Nicaragua un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile?