Frente a esta temática es justo preguntarse ¿qué sucede con las leyes económicas? ¿Acaso una ley admite fallos? Evidentemente las leyes apuntan a un cumplimiento riguroso y las ciencias así lo respaldan. No obstante, en la economía acontece un fenómeno interesante que la aleja radicalmente de las ciencias naturales y la deja expuesta ante la incertidumbre que rodea a cada hecho económico. Esto es, que las leyes económicas están sujetas a variaciones en sus resultados por la manipulación de agentes pensantes que las aplican a diferentes acontecimientos. No es extraño, entonces, pensar que en la realidad la economía gira en torno a dos mundos, al estilo platónico. Por un lado, está el mundo ideal: las leyes, las reglas, los cálculos, la teoría y los principios y, por el otro, están los aspectos reales y prácticos que se alejan radicalmente de los primeros que se intentan postular válidos y verdaderos de manera permanente.