Nicaragua es el país de Centro América que tiene el mayor potencial para el cultivo de camarones peneidos. Desde 1992m Nicaragua ha pasado de tener 1,007 hectáreas cultivadas, de las que el 100% eran artesanales, a 6.191 en 1999, de las que sólo el 40%, aproximadamente, SON ARTESANALES. En términos de exportaciones, esto significó pasar de exportar 175,000 libras de camarón cultivado a 6,6 millones de libras, con un valor bruto de US$ 21.2 millones en 1999.
Estas cifras muestran el enorme crecimiento que ha tenido esta actividad en el país. En consecuencia, es importante para el desarrollo sostenible de la camaronicultura, conocer la calidad del agua del estero real, -que desemboca en el Golfo de Fonseca-, donde se ubica el 98% de la industria del camarón de cultivo en Nicaragua. La importancia de este conocimiento aumenta si se tiene en cuenta que esta actividad está en crecimiento y se conoce un potencial de alrededor de 18,000 hectáreas en la zona (Currie, 1994) (FAO, 1990).
Por este motivo, se hace necesario monitorear la calidad del agua para conocer sus condiciones físico-químicas y microbiológicas, a fin de saber cuándo las granjas empiezan a incidir negativamente en el medio y alertar a las autoridades competentes sobre la capacidad de sostenimiento o de carga del estero. Este conocimiento, además de tener una aplicación ecológica, también es de importancia económica para los productores, pues se podrá prevenir la sobre explotación del recurso y, en consecuencia, preservar la inversión.