Muchas son las causas que determinaron la Revolución de Mayo. Muchos fueron también los motivos de protesta de los estudiantes, pero lo cierto es que detrás de la rebelión juvenil, se encuentra en el fondo de todas las actitudes un hecho indiscutible: La inconformidad de los jóvenes con la Sociedad de Consumo.
En el presente análisis hay que distinguir dos actitudes que considero fundamentales para la comprensión adecuada del problema. En primer lugar, la multiplicidad de situaciones contra las cuales se concreta la protesta y, en segundo lugar, la razón más importante: La angustia de una juventud ante la pérdida universal de la libertad humana, ante la alienación del hombre en una sociedad que proporciona “medio para vivir, pero no razones para vivir” y finalmente la angustia ante la inversión de valores que han hecho del hombre el esclavo de la máquina y la técnica y el ser menos auténtico de la naturaleza.
La juventud de hoy protesta contra esa sociedad que es la negación de toda autenticidad, y contra todo aquél que cree que la vida está condicionada por el “tener” o el “hacer” y se olvida que lo más importante en el hombre es el “ser”, perdiendo así lamentablemente todo sentido de la dimensión humana.