Si Virgilio, en su descenso oscuro es guiado por Dante, Rubén Darío conduce a Jorge Borges por laberintos más íntimos. Es maestro de la maestra rural Gabriela Mistral, y del ahora maestro intercontinental Pablo Neruda: Neftalí Ricardo Reyes escondido en la floresta de su poesía, como García Sarmiento tras la empalizada tropical de su poesía sin tropicalismo.
Pablo Neruda es el más americano de todos y por lo tanto el más universal. Cantor de las ansias conflictivas de China, Rusia, Francia y España, en su “España en el corazón”. Cantor de las ansias populares de América en su “Canto General” (1950); desde Lincoln y Whitman, Hidalgo, San Martín y Sandino, hasta hundirse en la greda de sus propios héroes locales.
La poesía americana nace en el norte con Walt Whitman, junto al lago Paumanok; renace en el centro con Rubén Darío, próximo al lago Xolotlán y se explaya en América del Sur, con Pablo Neruda, frente al lago Ranco. Este escrito forma parte del Homenaje a Pablo Neruda que se presenta en este número de Encuentro.