Description
Conocimiento que se busca, fue la designación originaria de Aristóteles para lo que más de veinticuatro siglos después seguimos reconociendo como filosofía. El buscar siempre de nuevo su propia forma –como exigencia primaria y no como matiz circunstancial- el reestructurarse a sí mismo desde el fundamento, es lo que ha constituido el dinamismo distintivo del hacer filosófico, al menos en sus momentos auténticamente de épocas. Y así, al hilo de una tradición milenaria y conflictiva, llegamos a descubrir que “la filosofía no se aprende, se aprende –acaso- “a filosofar”.
Esto implica, por una parte, que es desde una situación históricamente acotada -inédita por tanto, en cada caso-, desde donde los hombres filosofan, y, por otra, que es la realidad histórica misma en su despliegue, el objeto siempre nuevo de su filosofar.