Description
En Centro América no hubo una Guerra por la independencia y, hasta cierto punto, fueron los acontecimientos en España los que determinaron la ruptura de la relación colonial. Cuando en 1807 el ejército napoleónico invadió España y depuso al rey Carlos IV y a su hijo Fernando VII, comenzó a evidenciarse el declive del imperio español y con él los lazos que mantenían sujetas a las colonias. La única autoridad española que se mantuvo en funciones fueron Las Cortes de Cádiz; un cuerpo legislativo que, por un lado mostraba tendencias liberales y republicanas y, por el otro, se oponía a la independencia de las colonias.
No hubo guerra, la sangre derramada fue escasa, pero si hubo centroamericanos activos e interesados por la independencia. En unos, la inclinación hacia la independencia nacía del temor al creciente radicalismo republicano de las Cortes de Cádiz. Los deseos de éstos eran preservar las tradiciones coloniales, protegiendo sus derechos y privilegios, tolerando tan pocos cambios como fuese posible. En otros centroamericanos las ideas de la Revolución Francesa calaban profundamente, eran republicanos y demandaban la abolición de todas las desigualdades sociales, políticas y religiosas. Así, estas facciones tenían diferentes y hasta opuestos motivos para desear la independencia, pero ocasionalmente podían aliarse.
Nota: El presente texto es un resumen de los capítulos II, III y IV del libro de Thomas L. Karnes “Los fracasos de la Unión: Centroamérica 1824-1960. ICAP, San José, C.R., 1982.