El autor describe en forma sucinta la vitalidad señera del aporte teórico del Sacerdote Jesuita Xabier Gorostiaga (q.e.p.d.), quién según él “predecía el futuro, mientras repasaba el pasado”. Enfatiza, retomando el enunciado del educador y pedagogo brasileño Paulo Freire, “No hay cambio sin sueño, ni sueño sin esperanza”, que el Padre Xabier “propone organizar la esperanza para alcanzar el sueño”.