Este artículo parte de la pregunta: “¿Dónde está Dios en el ALCA?” Afirma que el ALCA plantea un desafío ético y teológico. Este desafío surge en parte de los resultados del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que ha sido desastroso para las grandes mayorías mexicanas, pobres y de clase media. En el TLCAN ha habido incumplimiento de promesas, falta de transparencia democrática, falta de equidad, exclusión del papel del Estado como corrector del mercado, y finalmente falta de preocupación por los pobres. El ALCA se plantea sobre las cláusulas del TLCAN y así debe ser rechazado. Otro tratado de comercio panamericano será posible desde condiciones que reduzcan la pobreza, que plantee estrategias distintas de desarrollo, que parta de integraciones regionales de menor alcance y que se aproxime a un comercio mundial justo. En la lucha por un tratado mejor: Dios está a nuestro lado luchando con nosotros y defendiendo así su creación, la encarnación del verbo y el paradigma del éxodo.