No cabe duda de que uno de los signos de identidad del Derecho Constitucional actual es la “constitucionalización de los principios reguladores de la economía”. Es más, se suele afirmar con frecuencia que el sistema económico, junto con el territorio, la población y el gobierno, está firmemente asociado a la noción misma del Estado contemporáneo, debiendo tenerse en cuenta, necesariamente, el elemento económico para concebir a aquel como tal, es decir, como Estado.