El jurado es sólo juez de los hechos y jamás del derecho, esta separación entre las cuestiones de hecho y derecho es lo que ha librado hacer del jurado el instrumento insustituible de una buena administración de justicia. Siendo un instrumento de participación, y para algunos, de democratización y de modernización de la administración de justicia; desde luego, no siendo el único. La experiencia de los tribunales de jurado en Nicaragua, ha mostrado que tiene sus riesgos, pero es preferible asumirlo para no apartar al pueblo de la participación y al hacer un balance histórico, el saldo es ventajosamente positivo a lo largos de más de una centuria de jurados en Nicaragua. El jurado es un derecho de la ciudadanía para participar en el proceso judicial que debe preservarse.