La educación superior en general y la universidad más en particular, han vivido en la última mitad de este siglo una vasta transformación que se asocia principalmente a cuatro procesos: la multiplicación y diferenciación de las instituciones, la creciente participación del sector privado, la ampliación y diversificación del cuerpo docente, y el aumento del número y variedad de graduados.<br/> Sin embargo, la verdadera revolución experimentada por la educación superior latinoamericana y centroamericana no siempre ha desembocado donde necesitábamos, sobre todo si se consideran los desafíos que tenemos por delante.