dc.description | Este libro se centra en el campesinado, la fuerza social con más potencial económico y productivo para dinamizar el sector agropecuario de nuestro país, cuyo estancamiento desde 1983 no hace falta documentar. El trabajo está inspirado por la hipótesis de que el enfoque latinoamericano reinante del análisis de las clases sociales en el agro se olvida del finquero que existe en el alma del campesinado. Por esta razón, se ha destacado a la fracción del mayor peso social y productivo de los trabajadores del campo, que se ha denominado “campesino –finquero” y escogido a la vez como título de este libro. De hecho lo que designamos como “campesino-finquero” es lo que se llama usualmente “campesino” en los países que han gozado de profundas transformaciones agrarias (Nor-oeste de Europa, China, Japón, y Taiwán entre otros). Sin una verdadera revolución en la institucionalidad pública, en los programas de desarrollo y en la política agraria, los estratos “campesinos” nicaragüenses nunca llegarán a tener el potencial económico de sus homólogos de Europa o del Sur-este asiático. El libro ha sido escrito para los arquitectos de la política agraria y para los ejecutores y promotores de programas de desarrollo rural, público o de ONGs, cuya perspectivas están demasiado influenciadas por la cultura urbana del pacífico. La cultura campesina y finquera desconfía de los círculos de poder empresariales y urbanos, pero reconoce su existencia. En cambio, estos círculos de poder desconocen las características sociales y los potenciales económicos del campesinado y particularmente de los campesinos-finqueros. Los autores confían más en los futuros movimientos sociales y la organización propia de los campesinos-finqueros, que en la capacidad del gobierno y los partidos políticos existentes de responder a sus demandas. No obstante, creen que la difusión de información que facilite el diálogo entre el mundo rural y los autores urbanos de la política agraria puede aminorar la violencia e inestabilidad social y política en el campo. | |