Este trabajo pretende mostrar de qué manera la educación de la mujer, ha sido una herramienta para construir una identidad doméstica que la convierta en una “buena” ama de casa. Se espera comprobar que la educación de la mujer en Nicaragua, como en el resto del mundo, ha sido un proceso modelador y que en el siglo XIX y hasta bien avanzado el XX, se visualizaba a la mujer únicamente en los roles de esposa y madre, por lo que su educación se diseñaba en función del papel asignado por los educadores patriarcales. Se señalan las políticas educativas del momento, tendientes a proporcionar a las mujeres una educación en función de su tarea como madre y esposa. Se hace un análisis del currículo diferenciado en la enseñanza de las niñas, cuyo objetivo era facilitar los conocimientos mínimos, haciendo énfasis en las labores manuales. Se definió un currículo para reforzar la identidad de las mujeres como amas de casa, madres y esposas abnegadas. También se analiza la función del Estado y, con base en las estadísticas, se demuestra que el número de mujeres que asistía a las escuelas primarias era inferior al de los varones, y que la educación secundaria o intermedia fue un privilegio de las hijas de las clases de la elite. Se demuestra que la educación estuvo a cargo de instituciones privadas y se hace un recuento de los colegios fundados a finales del período en estudio. Asimismo, se remarca que la única opción que tuvieron las maestras para profesionalizarse, fue estudiar la carrera de magisterio.