El punto de partida es la familia como fundamento básico de la sociedad. El análisis de esta realidad pone en evidencia la complejidad de ambas. Si la sociedad es de por sí compleja, lo es más aún por su ubicación y sus relaciones asimétricas con las otras sociedades vecinas. La familia, por su parte, ha ido cambiando en orden a adaptarse a esa sociedad en cambio. La heterogeneidad de las estructuras intra e intersocietales deriva hacia la plurivocidad de la familia.