La encuesta preelectoral de 2015 cursada por la UCA revela, que pese a las novedades presentes en este proceso eleccionario, la confianza ciudadana hacia el proceso y hacia los actores institucionales vinculados al mismo, se ha reducido.
Aunque el interés en concurrir a las urnas se mantiene en niveles similares a la elección de 2012, probablemente por la inquietud que despierta la nueva forma de votación, prevalece entre la gente un elevado desconocimiento sobre las maneras en que se podrá votar. Esta falta de orientación ciudadana, podría poner en riesgo la legitimidad de la elección y los avances alcanzados en materia de reforma electoral.