La producción de elementos, cualquiera que sea su naturaleza, en el marco de una sociedad del consumo, para la que constantemente se generan mercancías susceptibles de intercambio, se encuentra mediada por la intervención de múltiples escenarios que han conformado los llamados sectores productivos de la economía, los cuales describen el camino recorrido desde la transformación de la materia prima hasta su extinción en el uso de su adquirente. La economía en la mayoría de países, a pesar de los reparos liberales al respecto, se encuentra fuertemente intervenida por el Estado, en aras de evitar arbitrariedades patrocinadas por la fuerza que ejercen algunos agentes económicos en el mercado y, a través de él, en la sociedad, en virtud de su poder, orientado al fomento de la estabilidad propia, muchas veces a cualquier costo, incluso en detrimento del mercado y los principios constitucionales de libertad de competencia.